La crisis del coronavirus ha acelerado la progresión de la empresa inteligente para adaptarse a un cliente cada vez más impaciente, conectado y usuario de diversos canales. Todo esto se traduce en el desarrollo de tecnologías para interactuar con la empresa sin necesidad de presencia física: realizar compras, pedidos, probadores y estanterías inteligentes, tiendas sin caja… que han revolucionado el concepto de establecimiento, mejorando la experiencia del cliente y la propia gestión y rentabilidad de la empresa. Una tendencia de sustitución de las personas por tecnología, a través de la cual, la empresa ahorra costes y el cliente obtiene más ayudas y facilidades a la hora de comprar.
La implantación de estanterías inteligentes para tener información actualizada de stock, lanzamiento de promociones personalizadas a los clientes, mostradores con auto-pago, visitas guiadas por chatbots… se van a convertir en tendencia en los próximos años, junto a la obtención de datos a cerca de los clientes, a partir de los cuales se podrá personalizar la experiencia con el cliente.
El desarrollo de entornos inteligentes constituye una Solución para la empresa.